![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfbZhvb3JovMRrvorlcyh3GpaDkzhvoLDA22v0UIVMqTXnsvkdtPcpqaiBBB_TEndqH-nDaLeLyul6V4joiZ2vGEj7z-J-q41S1tdAyWH_NPzWEtzvoCcffdr8I7dDo8oSxDv4HHMf-Fk/s400/ausencia_zapatos_rojos.jpg)
Hay cosas que no se dicen y mueren en los corazones.
Otras cosas no se dicen y mueren en un blog.
Lo miraba. Hasta hace poco rato el sol seguía ahí, pero se ha ido, me quedo sola. Igual de sola que cuando te recuerdo. Vienes a mi mente sin llamarte. Pienso en cuando te llamaba y no venías, sólo ibas paralelo a mi vida, sin acercarte y sin dejarme que me alejara. Tanto tiempo ha pasado, pero a veces el tiempo no es suficiente para hacer de bálsamo curativo. Todo se siente igual. No hay botón de pause en esta historia.
Todo avanza aunque yo no lo vea. Y miro y sigues ahí espiándome sin saber para qué y yo sigo aquí esperándote sin saber por qué. Y si me haces la pregunta te diré que sí, que no hay un solo día que no haya pensado en ti, que te he echado tanto de menos, y te acercas, te quedas conmigo, y yo pienso dónde está el vacío que siempre llevé de compañía.
Entonces se produce un pause y como parece que estamos condenados a estar en movimiento, viene la rutina y pienso quién es ese extraño que duerme a mi lado en la cama. La sombra del olvido llega a todas partes. Supongo que nada dura eternamente.
Y me despierto y me doy cuenta que echarte de menos en mi vida paralela no es tan malo como descubrir que te pierdo estando contigo.
Otras cosas no se dicen y mueren en un blog.
Lo miraba. Hasta hace poco rato el sol seguía ahí, pero se ha ido, me quedo sola. Igual de sola que cuando te recuerdo. Vienes a mi mente sin llamarte. Pienso en cuando te llamaba y no venías, sólo ibas paralelo a mi vida, sin acercarte y sin dejarme que me alejara. Tanto tiempo ha pasado, pero a veces el tiempo no es suficiente para hacer de bálsamo curativo. Todo se siente igual. No hay botón de pause en esta historia.
Todo avanza aunque yo no lo vea. Y miro y sigues ahí espiándome sin saber para qué y yo sigo aquí esperándote sin saber por qué. Y si me haces la pregunta te diré que sí, que no hay un solo día que no haya pensado en ti, que te he echado tanto de menos, y te acercas, te quedas conmigo, y yo pienso dónde está el vacío que siempre llevé de compañía.
Entonces se produce un pause y como parece que estamos condenados a estar en movimiento, viene la rutina y pienso quién es ese extraño que duerme a mi lado en la cama. La sombra del olvido llega a todas partes. Supongo que nada dura eternamente.
Y me despierto y me doy cuenta que echarte de menos en mi vida paralela no es tan malo como descubrir que te pierdo estando contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario