Los sueños...

son tan frágiles como el más fino cristal y se rompen con facilidad, no tenemos mas remedio que levantar los pequeños fragmentos y acariciar nuestra alma… para que el dolor no haga daño…

Vivimos con ellos desde pequeños soñamos con ser mayores, y al paso del tiempo van tomando forma… y cada vez tenemos y, anhelamos más… Pero cuando uno de ellos es roto, nos lamentamos y sufrimos, no entendemos que nuestra vida es como aquel árbol que en otoño se queda desnudo y quien no sabe de la naturaleza piensa que ese árbol está muerto…no es así llegará la primavera y reverdecerá con nuevas hojas, nuevos frutos y nuevos bríos…

Me gusta tener sueños, iluminan mis días, mis ojos tienen un brillo especial buscando en el horizonte encontrar la realización de ellos… y mi alma esboza una mágica sonrisa cuando los acaricia y cree tocarlos.

Soñando siempre en la espera de que lo mejor esté por suceder...